Hoy nos vamos a India sin salir de casa y lo haremos viajando a través de la vagina de Emilie Payet que te puedo apostar que no es para nada parecida a los estereotipos que nos quiere vender el demonio capitalista de Hollywood. Así que más que ver un coño medio peludo, hoy vamos a aprender algo nuevo. No sé quién de aquí haya ido a India, lo que si se es que yo jamás y no tengo planes de hacerlo, básicamente porque para ellos las vacas son dioses y para mí son comida, así que ya desde ese punto de vista, como que no es un buen incentivo turístico. Pero sea cierto o falso lo de los vacunos, la verdad es que occidente sabe muy poco de india por no decir nada, yo solo sé lo que he podido ver en las películas gringas y aunque parece verídico, dicen que no son reales las cosas que pasan. Pero más allá de tonterías y mujeres con túnicas largas que cubren sus rostros hasta los tobillos, Emilie Payet está muy lejos de eso. Es como descubrir de un día a otro que tu microondas tiene un sensor reheat y que no necesitas calcular el tiempo porque el aparato lo hace solo. Aunque dudo que se entienda, pero el punto es que saber que las chicas hindú también se desnudan cuando toda la vida te abstuviste de fantasear con ellas porque pensabas que vestían como monjas.
