Aquí el cuento nunca ha ido de cruces y ni hadas pero toca a la fuerza porque Catarina Migliorini se inventó el cuento de que era la virgen desnuda brasilera y andaba en busca de un boludo que le comprara la supuesta primera cogida.
El mérito está en que lo encontró bien boludo, –redundancia necesaria– y que me dice mi sobrina de 12 años que es virgen y pescozón se lleva por mentirosa y fantasiosa. Menos en Brasil podrán ser posibles estos fenómenos anti-naturales.
Pero lo bonito de todo es que Catarina Migliorini probo las cosquillas de la fama y ya no quiere dejarlas jamás, por eso después de cerrar el trato poso para Playboy mostrando que aunque posiblemente de boludo no tan boludo sino que solo quería comerse el coño grandote que tiene esta niña y se hizo bien boludo el tío.
Así ya como me lo pone Playboy hasta yo mismo si tengo la pasta me hago el cheque sin dudar que si te avisan no es traición y hasta me hago el iluso que me acabo de comer un himen aunque sabiendo que fue declarado por la ONU extinto hace más de 20 años.